Probablemente Al Gore no sea Dios
Pídeselo a Al Gore, campaña de Acción Contra el Hambre que busca sensibilizar a la opinión pública utilizando la figura y presunta autoridad de Al Gore, el calentólogo oscarizado y nobelizado más famoso del Globo. Imagino que los creativos de esta campaña publicitaria No Hunger decidieron jugar a dos bandas con la idea de que el exvicepresidente de los EE.UU accediera a dirigir un film sobre el hambre como hizo en su momento con el Calentamiento global (por cierto, dvd que han visionado todos los alumnos de secundaria de este país a golpe de talonario ministerial: ¿educación para la ciudadanía?). Quiero pensar que para los miembros de esta ONG el hambre representa un tema mucho más candente y de urgente respuesta que l obsesión climática. No se pillan los dedos porque entre las causas de la hambruna colocan los “cambios climáticos” sufridos en determinadas zonas. Aun así, dentro de la incoherencia típica del misionero, me parece de lo más razonable presionar sobre el buen nombre del emérito Al Gore buscando poner sobre el tapete cuál es su auténtica escala de valores.
No voy a dejar mi firma por razones obvias. La presencia de Al Gore empaña cualquier movimiento de oportunismo y falsedad. Sí apoyo la lucha contra el hambre. Creo que es la mayor vergüenza que puede padecer un ser humano: no alimentar al hambriento. Ampliaría la regla moral como sigue: alimentar al hambriento e instarle a saciar su estómago en el futuro por sus propios medios. Obviamente, en determinadas situaciones, no hay remedio y merecerán atención crónica.
Las causas de esta terrible descoordinación social son las de siempre: la propia ONG denuncia que en un mundo donde la capacidad de producción de alimentos duplica (yo diría que, hoy por hoy, mucho más) las necesidades de su población, existan desajustes de tal envergadura. Cuando un grupo humano se reproduce y resiste con relativa sostenibilidad pero se topa de la noche a la mañana con el hambre podemos identificar varias causas: sequías, epidemias, plagas, guerras, proteccionismo, intervencionismo, socialismo, estatismo…
El libre mercado tiende al ajuste, lo que no quiere decir que se consiga en todo momento. Lo que no tiene sentido es que millones de personas se debatan entre la vida y la muerte en situaciones estancas: la libertad de circulación de individuos buscando su propia prosperidad, la libertad de movimiento de mercancías y su comercialización allí donde sean demandadas… las barreras levantadas en contra de estos principios impiden el ajuste. No es un problema de corte malthusiano, es una cuestión de estatismo y todo lo que de un Estado cabe esperar.
La ayuda inmediata (urgente) debe acompañarse de la crítica política hacia las medidas e instituciones que impiden la coordinación social a nivel mundial. Las manifestaciones deben marchar contra la Comisión europea o el gobierno de los EEUU (por ejemplo) por sus políticas proteccionistas, pero también contra los Estados que sostienen regímenes bananeros que en nada contribuyen a incrementar la libertad de sus ciudadanos. Si no somos capaces de identificar al enemigo y nos quedamos en entelequias como las servidas por muchas ONGs, flaco favor le estaremos haciendo a los pobres y hambrientos del mundo. El libre mercado siempre es justo, el libre mercado siempre es solidario: la libertad multiplica las posibilidades, nadie es capaz de garantizar los resultados.
Al Gore es el nuevo mesías, un icono más de producción yanqui al que se acogen los apologetas del “otro mundo es posible”: no entienden que éste es el mundo del intervencionismo y la merma de la libertad, y no ese fiero capitalismo del que se sirven en todo caso como chivo expiatorio con el que ocultar y paliar sus miserias.
Aun con todo, mi total compromiso con toda campaña contra el hambre que sepa localizar las causas y dirigir los esfuerzos para paliar de forma inmediata sin comprometer el futuro de los receptores de la ayuda.
Saludos y Libertad!
Probablemente Al Gore no sea una persona. Deja de pagarle el casoplón y disfruta.
Excelente tu Post. Ojala existan mas medios que divulguen las ideas de Hayek. Saludos.