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Pacto en el Metro

julio 18, 2010

La noticia dice una cosa, pero la realidad sigue siendo la misma: en apariencia, gran bajada de pantalones de los responsables de Metro de Madrid, aceptando que la bajada directa de los salarios sea del 1%, y no del 5%, como sí será en otros entes públicos autonómicos, como el CYII o Telemadrid. No se trata de una excepción: también las empresas públicas estatales y organismos varios, han reducido las nóminas de sus trabajadores en ese 5% que fijó en su día el Gobierno de Zapatero. Pero el caso del Metro ha sido con toda seguridad el que más controversia y atención mediática ha provocado: la razón parece obvia, dada la crueldad y el salvajismo que adoptaron la, por otro lado legítima, oposición de sus trabajadores a la medida de recorte. Lo cierto es que todo esto huele a bajada de pantalones de la Comunidad de Madrid. Los titulares apuntan en esa dirección, pero basta con profundizar en el relato que se hace de los acuerdos alcanzados entre la dirección y los sindicatos, para comprender que la bajada no es total, o no en la forma que podríamos creer en un principio. Ajuste habrá, y los casi 8 millones de gasto a reducir seguirán imputándose al gasto de personal. La diferencia es que en vez de hacerse directamente sobre las nóminas, con ese 5% de reducción, se hará en varios conceptos, además del 1% pactado. Los trabajadores de metro sufrirán una merma en sus ingresos o retribuciones, en forma de menos cursos formativos, menos beneficios para familiares (transporte gratuito en la red de suburbano), horas extras peor pagadas, y en largo etcétera de conceptos con los que completar la ansiada (y dicen que ineludible) contención de 8 millones de euros en el gasto corriente de la empresa pública.

Los sindicatos contentos: pueden venderlo como una derrota de Aguirre, que en las primeras planas de los periódicos e informativos televisivos, queda como la gran perdedora. Los ciudadanos, con esa primera impresión, se preguntarán si para acabar así, mereció o no la pena soportar un paro total de dos días en el servicio de metro. En realidad, el ajuste será efectivo, pero no tal y como se pretendió inicialmente por el gobierno. Se recortarán gastos de personal, y los trabajadores, directa e indirectamente, sufrirán una merma similar a la que habrían padecido sin la huelga. Pero como suele suceder en este país, los gobiernos siempre ceden ante la presión propagandística de los sindicatos. La situación es grave, y eso no se le escapa a nadie: la solvencia de Metro de Madrid está en entredicho, y el ajuste salarial se presenta como la única alternativa al despido de trabajadores. Ni la Comunidad ni los sindicatos han querido tratar el tema con la claridad que merece, y ambos se han mantenido en sus trece, al menos en apariencia. El resultado es este, y no otro: 8 millones menos para los trabajadores, pero adornados con la graciosa concesión que el gobierno madrileño ha querido otorgarle a los sindicatos. Una derrota no en los justos términos de la cuestión, pero sí de imagen, quebrando ante la opinión pública aquella autoridad y resistencia que fuera aplaudida por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Una decepción más que sumar a la zigzagueante y acomplejada trayectoria del PP y sus líderes, en este caso Esperanza, que optan siempre por la derrota moral antes de asestar el golpe definitivo a los pérfidos, manipuladores y chantajistas sindicatos. Nada cambiará mientras que el reparto de papeles no sea cuestionado por un líder con la suficiente coherencia y determinación para dejar al descubierto el inmenso fraude que son los sindicatos en España.

Saludos y Libertad!

4 comentarios leave one →
  1. Hiel permalink
    julio 19, 2010 12:39 pm

    Me temo que aún queda un segundo capítulo del saber hacer que atesora la clase política: ¿habrá algún despido de los energúmenos que no respetaron la ley?
    Ni España ni Madrid, ésta gobernada por la menos mala, tienen remedio. Al menos los que aquí queden podrán reclamar la pertenencia continental africana.
    Saludos.
    YO NO LE VOTÉ: ^^

    • julio 19, 2010 5:47 pm

      Dicen que los expedientes seguirán su curso… pero me temo que quedará en la menor de las sanciones, y ninguno de los saboteadores será despedido. La Comunidad ha conseguido su recorte, eso sí, pero la gestión de esta huelga la ha dejado como la gran derrotada moral. Y con ella, todos los madrileños que hemos sufrido las molestia de los paros.
      Saludos!

  2. blogroll permalink
    julio 20, 2010 8:40 am

    No es la primera vez ni sera la ultima.Ya paso con la huelga de limpieza en el metro de Madrid hara dos o tres años.
    Esperanza Aguirre es lo que tiene,muchas declaraciones grandilocuentes al principio , pero esencialmente igal que Mariano y Gallardon.
    Y no hay alternativa.

  3. blogroll permalink
    julio 20, 2010 10:17 am

    Mientras tanto Pepiño pone controladores militares en los aeropuertos.
    Aprende Esperanza Aguirre o deja alguien con valor ,si hay.

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