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¡Pero si es la intervención!

febrero 26, 2009

Carta al alcalde de Madrid publicada hoy por El País y redactada por los responsables de una sala de teatro alternativo que acaba de cerrar tras 18 años de ejercicio.

Comprendo el enfado de los afectados, y estoy de acuerdo en varias de sus afirmaciones, pero creo que se equivocan en su búsqueda de causas culpables (que no de personas culpables, en eso coincidimos) y en sus soluciones propuestas, a la vez que veo bastante incoherencia en su discurso.

Reproduzco parte de la carta, destacando frases en negrita.

Es increíble que un teatro tan pequeño en una ciudad tan grande haya activado la escena de la manera que lo ha hecho. Es lamentable que un proyecto como éste, cuyo fin era mantener un espacio, un lugar donde la escena contemporánea y la experiencia artística pudieran manifestarse, no haya tenido el apoyo suficiente para crecer. Pero lo más inverosímil y lo más lamentable es que durante todos estos años, un teatro sin dinero para programar con un total de 170 metros para todo y un aforo para 60 espectadores, haya sido casi exclusivamente el único espacio para las artes escénicas no convencionales en Madrid.

Ahora la sala ya no importa, no existe, lo importante no es el cierre, hemos hecho en este espacio todo lo que podíamos hacer, lo importante es justamente eso, lo hecho, lo que hemos podido hacer y lo que podría ser posible seguir haciendo si los medios con los que cuenta la Administración se dedicaran a ello en lugar de tanta cabalgata nocturna, tantas inauguraciones, tantos canapés y tanto usar la creación contemporánea únicamente como eslogan para «sus» grandes centros.

Culpan a los políticos, en eso estamos de acuerdo, pero ellos se quejan del insuficiente o nulo apoyo que han recibido de las Administraciones Públicas en todos estos años, pero a la vez se vanaglorian de que sin apenas recursos han aguantado 18 años contribuyendo a enriquecer la vida teatral de la ciudad, lo que prueba que si tu proyecto es bueno puede crecer sin necesidad de la ayuda pública.

Claman contra el hecho de que la Administración gaste dinero de los contribuyentes, dinero de todos, subvencionando o contratando a ciertas compañías para sus cabalgatas cool, sus Noches en Blanco o sus teatros estalinistas, pero no piden en ningún momento el cese de esta esa redistribución cultural de la riqueza, sino que la piden para sí mismos. Aquí pecan de soberbia extrema creyéndose ser los únicos beneficiarios legítimos de un dinero que nos les pertenece porque, supongo, creen que su obra es la única buena culturalmente hablando.

Donde no les pongo ningún pero es a lo siguiente:

Porque las dichosas subvenciones no son más que una especie de obra social de mínimos presupuestos. Y en cuanto a los artistas, llevamos tanto tiempo en esta nebulosa que nos la podemos acabar creyendo. Podemos acabar creyendo que las ayudas son ayudas y que los teatros no son nuestros. Y podemos acabar pensando que no servimos para nada y que la cultura de la ciudad no está en nuestras manos sino en manos de una gente ajena y lejana. Y finalmente podemos acabar en sus despachos, pendientes de sus movimientos con el único deseo de que su ocurrencia no nos perjudique en exceso.

Y es ahí donde está la clave, las Administraciones Públicas estatales, regionales o locales ponen mil trabas a los ciudadanos para emprender cualquier proyecto del tipo que sea, pero a la vez reparten subvenciones siguiendo criterios que para ellos son justos y benefician arbitrariamente a otros contratándoles para sus proyectos y ocurrencias. El resultado de la intervención es gente viviendo del dinero de los demás creando u ofreciendo cosas que ni interesan ni gustan a nadie (excepciones habrá, por supuesto),  mientras que gente emprendedora con algo interesante para ofrecer no ven posibilidad de hacerlo perdidos en el océano de burocracia. Al final, el ciudadano acaba creyendo que sin la ayuda y decisiones de estos redistribuidores de lo ajeno no es capaz de nada.

Es importante que identifiquemos bien al culpable, si pierde la Libertad, perdemos todos.

2 comentarios leave one →
  1. Arc permalink
    febrero 26, 2009 10:01 pm

    4 hippyes sin ducharse encima de un escenario…

  2. febrero 27, 2009 12:01 am

    En esto mismo consiste el Estado…

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