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No, no, no les moverán!

May 30, 2011

Los hijos de la socialdemocracia se rebelan. Su estatolatría es tan fuerte como la de sus padres. No se trata de derrumbar el sistema para probar algo nuevo. Su idealismo les lleva a creerse en posesión de ideas y facultades capaces de regenerar el Estado de Bienestar. Se trata, a todas luces, de un movimiento juvenil prototípico. En realidad sus consignas no son nuevas, y en ningún momento han aspirado a profundizar en ellas y darles nuevo brillo con mejores y más sólidos argumentos. El debate teórico e ideológico no es una prioridad. Lo cierto es que se ha optado por apelar a actitudes, antes que a razones. La indignación, el respeto, la participación, alcanzar una democracia más participativa… todo sirve de excusa para no afrontar las críticas fundadas que han sido lanzadas por sus adversarios. Su verborrea, esa demagogia en la que ha degenerado el inicial, y sólo aparente, sentido común de su causa, busca esconder la mediocridad de sus ideas o, en el peor de los casos, la vaciedad de sus propuestas.

A lo que aspiran manteniendo su asentamiento en la Puerta del Sol, así como en otras plazas de España, es robustecer el llamamiento de rebelión y desobediencia civil, para al mismo tiempo consolidar su ramificación e infiltración social. El régimen asambleario que parece dirigir los destinos de la república popular de Sol, pretende suplantar la Democracia formal que representa el orden político español. Es ingenuo y claramente utópico, pero así es como se alimenta el fervor religioso de quienes se adhieren irreflexivamente a un movimiento revolucionario como este: prometiendo un destino remoto, a todas luces imposible, que a su vez sea identificado con el final de todos los males criticados del sistema vigente.

El sueño asambleario ya existía antes del 15m. Lo que ha sucedido es que una pléyade minoritaria de extrema izquierda ha sabido infiltrarse y capitalizar la potencia de un movimiento que era, originalmente, abierto y trasversal.

Otra circunstancia que alimenta el ánimo de los movilizados, es el desapego que sienten con un sistema democrático y político cuya única alternativa al actual gobierno sea una victoria del Partido Popular. En esta generación de indignados influye tanto la desesperación frente a la crisis económica y el paro galopante, como el ambiente de crispación, la política de buenos y malos, que durante la última década ha conseguido consolidar una sociedad enferma y cainita donde la derecha debe ser desligada, “por sanidad democrática”, del ejercicio del gobierno nacional. El 15m no quiere que gane el PP, y es por ello que en su devenir se perciba un claro intento por deslegitimar los procesos electorales y las reglas del juego democráticas que podrían impulsar el ascenso de los populares hasta La Moncloa.

Pero hay algo que tiene mucho más fuerza que lo anteriormente descrito, y que define el movimiento 15m en los términos clásicos de todo movimiento juvenil: su socialismo. Adolecen de una estatolatría ideales, platónica, que pretende perfeccionar un sistema de intervención y protección extensa y centralizada, mediante mecanismos participativos, asamblearios y de compromiso político. Con estos mimbres aguardan la llegada de un o varios ungidos, que a modo de líderes de mente preclara y apabullante carisma, sepan guiar al socialismo hacia un mundo de eficacia y plenitud.

La inmensa mayoría de quienes apoyan activamente las acampadas de Sol y otras plazas de España, luchan por tener un empleo público. Son securitarios que piden al Estado que les de trabajo, y no como haría un libertario, pidiéndole al Estado que, sencillamente, le deje trabajar. Empleo público o subvención (L.v. Mises), para realizar sus proyectos creativos, asistenciales o artísticas, con autonomía económica, sin tener que trabajar en otra cosa, pudiendo así vivir de lo que les gusta y creen que debería gustar a todos los demás. Altas dosis de soberbia insolencia que da forma a una suerte de pubertad prolongada hasta el infinito y más allá.

Desgraciadamente la indignación ha pecado de todos los vicios comentados, sin que en realidad un espíritu crítico y audaz haya sabido desligarse de tantos lugares comunes y sofismas económicos. No han sabido comprender que la causa de toda su desolación, de la frustración de expectativas y la dureza de la crisis por la que estamos viviendo, radica en la práctica de todo aquello que se afanan en defender.

Saludos y Libertad!

17 comentarios leave one →
  1. ATR permalink
    May 30, 2011 4:43 pm

    Hola Yosoyhayek,

    ya sabes que te he seguido en tu cruzada por los post, arengas y vídeos de conocidos comunes, y que admiro la valentía con la que has opuesto tus argumentos a la vacuidad de los de aquellos a quienes acabas de retratar perfectamente. No me canso de ver una falta de originalidad y, sobre todo, de ideas, en este movimiento que se resiste a extinguirse por pura cabezonería, no porque la realidad no les rebata su falta de razón. He visto la palabra Justicia mal empleada en tantas frasecillas de facebook que ya me he cansado. Justicia como término empleado sin ningún tipo de análisis de su significado. Justicia como reparto (ellos, por supuesto, tienen en su mano, en su mente, la llave de ese reparto, que ha de ser equitativo). Justicia como una especie de apelación a un derecho natural a que por ser yo merezco que se me dé x, y o z. Justicia son ellos. Todo lo demás es injusto, por supuesto. Pero la cuestión, insisto, es que no se han planteado ni el mero sentido de ese término sino que dan por supuesto que lo saben. Partiendo de ese punto se articulan sus vaguísimas propuestas que, en el fondo, no son sino un ataque peligroso y destructivo (y , por qué no llamarlo así, contradictorio: en el fondo, esos niñitos de SOL , esos acampados, son una generación de mimados que se creen que las cosas no valen un esfuerzo y que acampando y pisando el derecho de los demás, haciendo ruido y rugiendo, pueden , y DEBEN , cambiar el mundo) hacia las bases de nuestra sociedad.
    Esta generación de jóvenes que han viajado, que han tenido acceso a medios que otros no hubieran soñado sueñan, ahora, con su obsoleto concepto de JUSTICIA, con destruir las cosas. Qué descalabro! Para qué tantos años de educación si ni siquiera han aprendido a reflexionar.

    Yosoyhayek, tu post me ha encantado, y no puedo estar más de acuerdo.

    Un saludo.

    • May 30, 2011 5:31 pm

      Su idea de Justicia resume su idea misma de Democracia (Real): a cada cual según su parecer. Si todos somos subvencionados, ¿quién paga?
      Otro punto importante es: ¿Puede la minoría imponerse a la mayoría deformando la máxima del respeto y la tolerancia del discrepante? Y lo más curioso, aun suponiendo que su actitud es «discrepante», ¿por qué no entran en los debates que les plantean sobre el fondo de sus ideas? ¿Son acaso nihilistas, o sólo van de ello para evitar el ridículo intelectual? ¿Son idiotas o sencillamente imbéciles? (me atengo al significado estricto de estas palabras; no quisiera herir sensibilidades y suscitar respuestas airadas)
      Creo que es obligación de todo aquel que pretenda inmiscuirse en política, cuestionar instituciones, proponer alternativas, apoyar cambios de régimen o lo que sea, tener unos mínimos conocimientos de teoría moral, jurídica y económica. Muchos divulgadores de ideas se han esforzado por transmitirlas a través de historias de ficción, comentarios de actualidad y otras vías de asimilación no académica. Con eso debería de bastar siempre y cuando las teorías fueran buenas y no falaces y simplonas como las que manejan los jóvenes (y no tan jóvenes) de la puerta del Sol. Su conocimiento es programático, de tipo dogmático, vulgar y extremadamente superficial. Se mueven de tópico en tópico, evitando siempre que les pidan explicaciones al respecto.
      ATR, gracias por lo que me toca 🙂
      Un saludo!

  2. Isabel permalink
    May 30, 2011 5:40 pm

    Definitivamente tu blog es mi preferido. El mío y el de mucha gente.

  3. Pablo el herrero permalink
    May 30, 2011 7:31 pm

    Estupendo post, yosoyhayek. Los que nos gusta analizar la evolución de las sociedades, en el ámbito de lo político, sabemos que pocas cosas ocurren por azar, que los “indignados”, por ejemplo, no surgen de la noche a la mañana en las principales plazas de un país, (cuando de la noche a la mañana nada extraordinario ha cambiado para que tal hecho ocurra).. por lo que todos sospechamos que forma parte de un plan y objetivos claros… que paulatinamente nos irán dando a conocer.

    Aquellos objetivos socialistas que empezaron con un tal Felipe González y que años más tarde al más puro estilo maoísta dieron “un salto adelante” con un tal Zapatero, ahora llegada ya la etapa de un tal Rubalcaba, ha llegado el momento de materializar sociopolíticamente todos los objetivos de carácter constructuvista y de reingeniería social diseñados por el nuevo socialismo.

    El PSOE sabe que después de cerca de cuarenta años de adoctrinamiento educativo (fundamentalmente a través de las estructuras públicas de educación y mediáticas), creee firmemente que su constructivismo social tendrá ya los suficientes apoyos sociales para su materialización. Y en parte no les falta razón, pues durante los últimos cuarenta años el socialismo en España no ha tenido oposición ideológica alguna. La derecha (léase el PP) ha sido solamente oposición de partido (de «alternancia» en el poder como diría un tal Aznar). Más digo, la mayoría de los militantes de PP han sido educados en esas estructuras de educación pública y mediáticas dirigidas por los socialistas. Pocos son los que se atreven hacer una clara oposición ideológica a los dogmas socialistas y menos aún los militantes que están preparados para hacerlo.

    En España, si en estos cuarenta años últimos ha habido alguna oposición ideológica al discurso socialista, ésta ha venido por la sociedad civil, no por parte del PP. Y dada el descalabro al que ha llevado el socialismo a España, los socialistas saben que la sociedad civil está despertando y despertará mucho más en las próximas décadas, sobre todo por parte de las generaciones perdidas (la actual generación joven y la siguiente son conscientes del futuro sin futuro que se les presenta).

    Esa respuesta de la sociedad civil, el socialismo del tal Rubalcaba sabe que es inevitable, sabe también que la sociedad civil no responderá a los dogmas de socialismo con los complejos del PP. Y ante ello, el tal Rubalcaba sabe que tiene a toda costa que ganar tiempo.

    Por varias fuentes me han llegado las propuestas asamblearias de los “indignados”. ¡Que casualidad!, “los indignados” a estos cuarenta años de destrucción económica, educativa, social y política de España realizada por los socialistas, al socialismo no le dedican ni una sola crítica. Más aún, sus propuestas, si cabe, son aún más socialistas: más estado, más intervencionismo, más constructuivismo y reingeniería social (por supuesto, todo ello camuflado de democracia “progre”). En una palabra: más totalitarismo. ¡Eso sí!, todo ello ha de conseguirse no al viejo estilo tosco y bruto de los padres del socialismo (Lenin, Stalin, Mao, etc), más bien al contrario, se ha de hacer con las técnicas de la fábula de la “rana en el agua a la cual lentamente se la va hirviendo”.

    Los “indignados” de Rubalcaba, son la primera batalla de su “guerra civil”… contra la sociedad civil.

    ¿La ganarán? No será por falta de mentalización de los” indignados”… y del manejo de las estructuras del estado por parte del tal Rubalcaba.

    Recibe un cordial saludo yosoyhayek.

    Pablo el herrero

  4. May 31, 2011 12:37 am

    No les moverán….. del barco de Chanquete. Porque no creo que estos hayan oído hablar siquiera de Joan Báez. Ya ni eso.

  5. junio 6, 2011 1:20 am

    Me gustaría matizar que yo creo que el razonamiento de muchos que somos de izquierdas es éste: Si el estado no nos sirve, ¿para qué queremos un estado?

    A los que somos liberales de izquierdas nos molesta especialmente un estado que no cumple las funciones que dice acometer, entre otras trabajar para que los derechos recogidos en la constitución se materialicen y no sean papel mojado.

    Por supuesto hay que ser realistas y no se puede esperar todas las ventajas de un estado paternal. Pero es que esto no es lo que actualmente tenemos encima de la mesa. Lo que tenemos es un estado anquilosado y secuestrado por unas personas que dicen servir al ciudadano, pero que sólo se sirven a si mismas. Lo que tenemos es un estado cuya política económica es arbitraria favoreciendo a ciertos individuos y empresas, de manera que eso del libre mercado es otra idea que ustedes pueden considerar papel mojado. Tenemos un estado que permite la manipulación informativa, sin sancionarla. Tenemos un estado que permite prácticas fraudulentas de mercado, como el pacto de los precios en detrimento del consumidor… Señores, la lista es interminable.

    Aunque la juventud engloba toda esto bajo el término «sistema», creo que muchos tenemos claro que ese sistema se concreta en muchas personas cuyo sentido de la equidad brilla por su ausencia. Algunos ineptos en lo político, sí de izquierdas, se han atrevido a comparar la situación actual con la crisis que desembocó en II República. Pero yo plantearía que la situación se parece bastante más a la de la Francia de 1789. Que índices como el de la canasta básica bajen sólo puede significar que hay gente que lo está pasando muy mal. Mientras los gobiernos se dedican a inventar rescates a una banca que ha demostrado una incompetencia supina, además de mala fe con sus clientes.

    En resumen, se trata de que los políticos de facto son una casta de privilegiados, el castigo en las urnas al PSOE es un aviso de que los ciudadanos percibimos a los políticos cada vez más como enemigos del pueblo. Victoria del PP el 22M, sí, pero más bien habría que hablar de derrota del PSOE. En las circunscripciones donde el PP quería revalidar ha sido frecuente la bajada de votos. En concreto en Madrid y Valencia. Lo que para mí es señal inequívoca de desafección, que de no tomarse medidas efectivas castigará a cualquiera que asuma el poder de espaldas a las circunstancias del ciudadano. Éste, y no otro, es el espíritu de muchos que apoyamos el 15-M.

    Les voy a poner un ejemplo de una medida propuesta por los indignados, de corte socialista, que perfectamente podría funcionar en una economía de mercado: la renta de subsistencia. ¿La conocen verdad? Por otro lado la patronal pide que se elimine el suelo de los sueldos, de manera que cada empresario pague lo que crea conveniente.

    Bien, independientemente de que estemos debatiendo acerca de la incongruencia entre un estado presuntamente democrático y una economía que no lo es, ¿no es cierto que la introducción de la renta de subsistencia permitiría a su vez implementar la libertad en los salarios sin miedo a provocar bolsas de miseria? Es una pregunta que tiene muchas implicaciones que espero sepan valorar.

    Pienso que hechos son amores y no buenas razones. El ciudadano ya no quiere razones, ni modelos perfectos. Quiere resultados. ¿Se los va a proporcionar alguno de los partidos mayoritarios?

    Saludos

    • junio 6, 2011 7:32 am

      Gekokujo, cuando oigo o leo a alguien definirse como liberal de izquierdas…. me pongo a temblar. Renta de subsistencia. ¿Qué tiene eso de liberal? Lo tiene de izquierdas, de socialista, pero de liberal no tiene nada. Y no lo tiene, mas allá del hecho de que dicha renta alguien la tiene que imponer, alguien la tiene que pagar, estriba en que habría que definir la cuantía y el cómo se calcula eso es ya de por sí toda una declaración de intenciones sobre lo que tiene de razonable.

      Una renta de subsistencia establecida es una insensatez por eso y por el mero echo de que hay gentes que tienen con un poco suficiente, y ese mismo poco a otros les parece insuficiente.

      Por otro lado el contratar de manera libre sólo tiene un problema, el miedo. El miedo a que mucha gente, sin preparación, sin capacidad, sin ganas de trabajar tendría que acabar aceptando cualquier salario que se le ofrezca por debajo de lo que hoy se considera “renta de subsistencia” que yo no sé si es el SMI o la paga de 400€ de la que hablan en Sol. Pero lo cierto y verdad es que los salarios, en un mercado libre, sin rentas de subsistencia ni trabas legales, se ajustarán a lo que es la ley básica de la economía, una ley indestructible e inmodificable por muy liberal de izquierdas que se quiera ser, la ley de la oferta y la demanda.

      En sociedades libres la renta está en función de la productividad, y el éxito empresarial se basa en saber gestionar los recursos propios, de forma que se obtengan los beneficios esperados, y en ello se incluye el tener a los trabadores mejor cualificados y más motivados para el buen funcionamiento de la empresa. Eso no lo va a cambiar una renta básica, si a caso, lo empeoraría.

      • junio 10, 2011 9:01 am

        Al eliminar el factor hambre en la sociedad se sientan las bases para que los individuos escojan su trayectoria vital. Creo que es algo tan elemental que no cabe discutirlo y me extraña. La ley de la oferta y la demanda se debe aplicar a un mercado libre, pero de ninguna manera debería incluirse en él la mano de obra, sin que haya unas mínimas garantías de subsistencia. Porque de lo contrario se llega a la esclavitud, que es lo que tenemos en las naciones menos desarrolladas sin los sistemas de compensación occidentales. Unos sistemas de compensación que a mí no me convencen mucho.

        Piensen que una renta básica permitiría flexibilizar totalmente el mercado laboral. También permitiría que muchas personas se atrevieran a emprender sin miedo a morir en el intento. Y me refiero a las personas que no disponen de ventajas tan antiliberales como la herencia.

        En ese sentido, esa medida socialista sí que tiene una aceptabilidad desde mi óptica.

        Usted dice: «Pero lo cierto y verdad es que los salarios, en un mercado libre, sin rentas de subsistencia ni trabas legales, se ajustarán a lo que es la ley básica de la economía, una ley indestructible e inmodificable por muy liberal de izquierdas que se quiera ser, la ley de la oferta y la demanda.»

        Discúlpeme, pero las únicas leyes que acepto son las naturales. Si lee usted a autores liberales como Popper, verá que eso a lo que usted llama leyes no son más que convenciones sociales, que en cualquier momento pueden y deben ser modificadas a conveniencia de la humanidad. Otra cosa es que se esté usted refiriendo al sesgo darwiniano del comportamiento humano que explica en buena parte el funcionamiento de la economía. Pero vuelvo a repetirle que creo que con las necesidades básicas no se juega y el egoísmo propio del ser humano justifica plenamente la introdución de la renta básica. A partir de ahí se puede discutir totalmente que modelo económico y político se desea, pero desde la posición de seguridad que ahora sólo disfrutan funcionarios y otros privilegiados.

        Además, permitiría que el ciudadano tomase la iniciativa en asuntos políticos, permitiría eliminar en buena parte la necesidad de sindicatos y de muchos servicios sociales. Un dinero que pasaría directamente al bolsillo de los ciudadanos para que hiciesen de él el uso que crean conveniente, sin la ineficiente mediación de estado, ONGs, etc. Eliminaría de un plumazo el sistema de pensiones, separando totalmente rentas de extras de jubilación. Permitiría además una flexibilidad total en el trato empresa-individuo. Por ejemplo, una empresa presitigiosa podría permitirse el lujo de no pagar a sus empleados, o de hacerlo comparativamente menos por lo solicitado que estaría su ingreso. En cambio, otros trabajos hoy en día mal remunerados mejorarían sus condiciones gracias a que ya no serían caladero de los desfavorecidos. Muchas personas que no deseen trabajar no importunarían al resto metiéndose a funcionarios o practicando mobbing en empresas.

        Por supuesto que no es la panacea. Pero creo que es hora de flexibilizar perspectivas y darse cuenta de que lo que hoy se tienen como verdades no lo son en absoluto.

        Por supuesto que eso requeriría una reforma fiscal. Pero es que de todas maneras me temo que es necesaria, pues las medidas de recorte actuales no están funcionando en ningún país europeo, salvo en Alemania que gozaba de una amplia ventaja respecto de los PIIGS. Y sobretodo es necesario racionalizar el entramado estatal. España por ejemplo no es comparativamente un estado omnipresente, comparado con la misma Alemania. El problema, pues, no es del estado en sí mismo, si no de cómo trabaja. Adicionalmente le indicaré que el gasto social español es también bastante menor. Lo que indica que hay un problema de recaudación y de gestión. Y sobretodo hay un problema de ética por parte de políticos e instituciones económicas que impide que genuinas iniciativas privadas tengan muchas probabilidades de salir adelante. Eso es jugar a ser liberal con las cartas trucadas, y eso no lo acepto. Ni yo ni muchos de los que se sientan en las plazas de España.

      • junio 10, 2011 12:43 pm

        Piensa un poco en lo que dices: ¿La ley de la oferta y la demanda es una «convención» que el hombre puede alterar según le convenga? ¿Popper?!
        ¿El derecho de herencia es «antiliberal»? ¿Crees que sería posible un orden social de individuos libres sin propiedad privada? ¿Puede haber propiedad privada sin sucesión motis causa?
        Dices que los trabajadores de los países pobres son «esclavos», básicamente porque no disponen de otra fuente de renta que su trabajo. Y quieres que los países ricos de imponga una renta social que proporcione independencia económica a sus ciudadanos. Sin entrar en consideraciones que no sean estrictamente morales y políticas, para que no creas que pretendo distorsionar mi argumento con falsas teorías que no son sino simples e interesadas convenciones, dime: ¿De dónde procedería la renta, quién pagaría esos impuestos? ¿Los trabajadores, empresarios y capitalistas que superaran dicho nivel de renta, por qué deberían cobrarla sin necesitarla? ¿No crees que preferirían restarla de sus impuestos? En ese supuesto, ¿Quién cobraría dicha renta sino aquellos que no tuvieran ninguna fuente de ingresos? ¿No entiendes que existe un fuerte riesgo moral de que esos rentistas preferirían trabajar poco o no trabajar antes que tener que renunciar a una fuente de ingresos que no le representa ningún esfuerzo? Es decir, se formaría una casta de pedigüeños mantenidos por el resto, ¿Te suena? Tu renta social básica termina donde empieza, no seas ingenuo. Peor, porque si llegara a implantarse mañana, por ejemplo, contribuiría a que fueran más los que la utilizasen para vivir sin trabajar que como algo provisional y de mera subsistencia. ¿Nunca has oído que el subsidio de desempleo crea paro?
        Pero las consecuencias no se quedan ahí: habría barrios pagadores, y barrios rentistas, regiones pagadoras y regiones rentistas, amigos pagadores y amigos rentistas. ¿No ves la violencia que esto genera?
        Los subsidios no crean riqueza, solo la redistribuyen desde aquellos que si la producen hasta quienes la devoran. Esto empobrece a todos y consolida un tipo de sociedad basada en la lucha por el poder político, la inmoralidad en la consideración del otro, en el oportunismo y la conveniencia…

  6. junio 11, 2011 4:02 pm

    Claro que he tenido en consideración el hecho de que mucha gente dejaría de trabajar. Especialmente en España cuya tradición rentista se remonta a los tiempos de Cervantes, con los hidalgos como ejemplo más claro. O en la España de la crisis de 1898, cuyo ejército estaba compuesto en un tercio de oficiales rentistas. Sé muy bien de lo que hablo. Lo que ocurre es que la tecnología poco a poco va a ir implantando esa casta ociosa. Es algo que ya vió Stanislaw Lem en los 60. Y hay dos maneras de enfrentar la situación con las actuales reglas políticas y económicas. O se adoptan mecanismos de redistribución o nos sumergiremos en una sociedad ciberpunk, con los desagradables problemas que conllevaría.

    Me gustaría plantearle que emplea usted otro concepto como una ley, que es el de la propiedad privada, que es otra convención si nos atenemos a la perspectiva antropológica. A mí en este caso me da igual si las rentas las genera una propiedad que se alquila o emanan directamente del estado. Para mí no hay gran diferencia, pues hablo del usufructo de bienes y no del inalienable concepto que tienen los liberales conservadores, que es precisamente fuente de constantes conflictos de toda clase y en todo el planeta. Puesto que si usted mantiene que la propiedad está por encima de todo lo demás, yo le diré que con las leyes de la física en la mano esto no es así, pues mañana le monto una revuelta y se queda usted sin nada.

    Además absolutiza el caracter malvado del empobrecimiento. Quiero señalarle que espero que en un futuro no muy lejano la fiscalidad se atenga al concepto de huella ecológica. Penalizando a los que más tienen y contaminan por su abuso sobre el medio ambiente. Eso sí que es para mí un concepto racional y lógico (que no ley).

    Por supuesto que los subsidios no crean riqueza, pero al menos no matan como la especulación y creo yo que muy al contrario, serían fuente de paz social. Han de entenderse como la base que permite a las personas escoger libremente. En este sentido nos acercamos a las aspiraciones del individualismo anarquista. No se me asusten, liberalismo y anarquismo tienen mucho en común. Aunque para ello defienda una medida tan poco liberal como la renta. Por cierto, la herencia es otro concepto pre-liberal, adoptado convenientemente por los conservadores.

    Si aceptan ustedes los postulados de muchos autores que indican la tendencia humana a buscar mejoras para su vida, no creo que la implantación de la renta significase el fin de las iniciativas particulares. En absoluto.

    Espero que no me tomen por un adolescente enfervorecido, he necesitado años de reflexión. De lectura de diferentes puntos de vista, incluyendo filosofía oriental, para llegar a mi posicionamiento actual. Aunque por supuesto puedo estar equivocado y, en cualquier momento,puedo cambiar mi postura, si entiendo que es errónea. Algo que ya nos enseñaron los presocráticos.

    • junio 11, 2011 8:55 pm

      La riqueza se mide en capital per cápita. El trabajo es más productivo cuanto más y mejor capital exista. El concepto de “recursos ociosos” está mal utilizado en tu argumentación. Por ejemplo, Borja Thyssen, ¿es un recurso ocioso? La diferencia entre Borja Thyssen y un perroflauta es que el primero es propietario de muchos bienes, la mayoría de ellos capaces de producir otros bienes, es decir, de generar riqueza. El papel De Borja Thyssen y mucho más interesante que el de cualquier perroflauta, aun cuando ambos deseen vivir del mismo modo: sin trabajar. Borja reúne factores productivos que hacen la vida mejor a cientos de miles, de millones de personas. Un perroflauta no tiene nada. En la medida que los producido por los bienes de Borja es desviado para pagarle una renta al perroflauta, se tratará de un simple transferencia sin ninguna mejora añadida. El perroflauta vivirá de Borja, que a su vez vive del capital invertido. Es decir, todos vivimos gracias a lo mismo. Lo que ocurre es que de acuerdo con tu idea, la “ociosidad” de Borja podría repartirse entre muchos sin que esto tuviera efectos negativos para todos. Y sin embargo lo tiene, porque dicho reparto haría que miles de personas decidieran dedicarse a la vida ociosa, a vivir de las rentas, sin contribuir con su trabajo a producir nuevos bienes, ni siquiera a reponer el capital desgastado. Conclusión, todos pobres. Ergo, que exista el derecho de Herencia no sólo provee de una vida ociosa y de capricho a un tipo como Borja, sino que contribuye a que el resto de los habitantes del planeta vivan mucho mejor que en un escenario donde la ociosidad se convierte en un derecho garantizado por el Estado gracias a la exacción fiscal.
      Bueno, después de esta tormenta de ideas no sé si con demasiado sentido (seguro que alguno tiene y muchos lo llegan a entender), te repito: la propiedad privada es una consecuencia institucional de un presupuesto natural en el ser humano: la posesión. Las instituciones no son convencionales, porque no surgen de cálculos intencionales, sino que son el resultado de las consecuencias no queridas de nuestras acciones, un cúmulo de reglas que evolutivamente van conformando soluciones eficientes y certidumbres respecto de nuestras expectativas y el comportamiento del resto de agentes. La herencia es la transmisión mortis causa de los bienes patrimoniales de un sujeto. Soluciona muchos más problemas de los que genera, te lo aseguro. De ahí que exista y que resista a pesar de tanta fábula constructivista.
      Y por último, la especulación no mata, sino todo lo contrario, garantiza la supervivencia humana. ¿Qué harías si no fueras capaz de imaginar con éxito un estado de cosas futuro? Especular es eso, mirar con perspectiva, prever resultados, tomar hoy decisiones que proporcionen ventajas mañana. El hombre es un animal especulador nato. Creo que envuelves la palabra con juicios de valor que nada tienen que ver con ella. La especulación aplicada a la previsión de precios de ciertos activos, no es de por sí perversa. Lo realmente perverso es que alguien especule sirviéndose de su posición de privilegio. Y los privilegios, querido amigo, tienen una única fuente: el poder y la decisión arbitraria de cierto agente que domina de manera irresistible (violenta) al resto. Sólo ahí puede hablarse de una “especulación” injusta, porque la justicia exige alteridad, y no una simple impresión sobre la bondad de las circunstancias naturales o personales de nuestro entorno.
      Saludos!

  7. junio 11, 2011 4:14 pm

    Con vuestro permiso copio y pego la conversación pues me parece interesante.

  8. junio 11, 2011 4:53 pm

    Y ya que hablamos de 15-M compartir este enlace que seguro les arrancará unas sonrisas. Y es que no hay nada mejor que una sátira acertada.

    http://reflexionesdeuntipoconboina.blogspot.com/2011/06/el-picnic-nacional.html?utm_source=feedburner&utm_medium=twitter&utm_campaign=Feed:+Untipoconboina+%28RduTcB+%28Reflexiones+de+un+tipo+con+boina

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